La mejor tierra para cultivar cannabis
Cuando se trata de cultivar cannabis, elegir la tierra adecuada es crucial para que las plantas crezcan sanas y obtengan rendimientos de alta calidad. El suelo proporciona los nutrientes esenciales que las plantas de marihuana necesitan para prosperar. En este artículo, trataremos los conceptos básicos del suelo y cómo afecta a las plantas de cannabis, así como los diferentes tipos de suelo y sustratos que son óptimos para el cultivo de cannabis.
El papel del suelo en el crecimiento de las plantas de cannabis
El suelo desempeña un papel fundamental en el crecimiento y desarrollo de las plantas de cannabis. El suelo proporciona un medio estable para el crecimiento de las plantas y actúa como depósito de agua y nutrientes. Los nutrientes del suelo son vitales para el crecimiento de las plantas y pueden dividirse en tres categorías: primarios, secundarios y micronutrientes.
El cannabis necesita 18 nutrientes esenciales para crecer y rendir al máximo. La disponibilidad de estos nutrientes en el suelo puede depender del pH de éste.
El nivel de pH del suelo también es crucial para el crecimiento sano de las plantas. Las plantas de cannabis prefieren un pH del suelo ligeramente ácido, entre 5,8 y 6,3. Si el nivel de pH es demasiado alto o demasiado bajo, puede "bloquear" los nutrientes de la planta, lo que provocaría un crecimiento atrofiado y un bajo rendimiento.
Tierra y sustrato
La tierra y la tierra para macetas son medios de cultivo muy diferentes. El suelo es la capa natural de tierra que cubre la superficie del terreno y está formada por una mezcla de minerales, materia orgánica, agua, aire y microorganismos. El suelo puede variar en textura, nivel de pH y contenido de nutrientes en función de su ubicación y composición.
Por otro lado, la mezcla para macetas es un medio de cultivo artificial diseñado específicamente para la jardinería en macetas.
Las mezclas para macetas se elaboran a partir de una mezcla de materia orgánica como musgo de turba, corteza compostada y fibra de coco, además de otros ingredientes como perlita o cáscaras de arroz. Estos componentes se mezclan cuidadosamente para crear un medio de cultivo ligero y con buen drenaje que proporcione el equilibrio adecuado de nutrientes y humedad para las plantas cultivadas en contenedor.
Una de las principales diferencias entre la tierra y la tierra para macetas es que la primera es más pesada y densa, mientras que la segunda es más ligera y esponjosa. Esto se debe a que la tierra para macetas está diseñada para plantas cultivadas en contenedores, mientras que la tierra se encuentra en el exterior y está llena de minerales que se descomponen de las rocas.
El suelo se compone de partículas de roca de distintos tamaños que describen su textura, lo que influye en su capacidad de retención de agua y en su drenaje.
La textura del suelo y el crecimiento de las plantas de cannabis
La textura del suelo desempeña un papel crucial en el crecimiento de las plantas de cannabis. Los tres tipos básicos de textura del suelo son la arcilla, la arena, el limo y la marga, que contiene porciones iguales de las tres texturas del suelo.
Cada tipo de suelo tiene unas características únicas que afectan al crecimiento de las plantas.
- Arenoso El suelo arenoso tiene partículas grandes y es fácil de trabajar. Drena rápidamente, lo que puede ser una desventaja para los nutrientes muy móviles, como el nitrógeno, que se irán arrastrando a medida que drene el agua.
- Limo tiene partículas de tamaño medio y retiene bien la humedad.
- Arcilla tiene partículas pequeñas y es muy densa, lo que dificulta la penetración del agua si se compacta. También tiene la mayor capacidad de intercambio catiónico (CIC) de todas las texturas de suelo.
- Marga es una mezcla de arena, limo y arcilla, y se considera el tipo de suelo ideal para el cultivo de cannabis. El suelo franco ofrece un buen drenaje y retención de agua, y es fácil de trabajar.
Todas las texturas del suelo tienen una fracción orgánica que se forma a partir de organismos vivos, consiste principalmente en carbono y nitrógeno y actúa como depósito de nutrientes para las plantas. Incluye organismos vivos, organismos en descomposición y residuos animales en descomposición.
Los microorganismos utilizan estos residuos como fuente de alimento y descomponen constantemente la materia orgánica del suelo. El residuo que queda de esta descomposición es el humus.
Humus es el compost de la naturaleza. Es uno de los mejores abonos para las malas hierbas por su capacidad para formar enlaces iónicos y covalentes, necesarios para el ciclo de los nutrientes. Esto significa que descompone los minerales haciéndolos más disponibles para las plantas.
La fracción orgánica del suelo es la más importante para el ciclo de los nutrientes. Se pueden mejorar todos los tipos de suelo aumentando la materia orgánica mediante diversos cultivos de cobertura, abonos y compost.
La fracción orgánica es la base principal de la mezcla para macetas, pero no contiene tantos minerales como la tierra.
Sustratos para macetas
Los cultivadores suelen utilizar una mezcla de tierra para marihuana o una mezcla para macetas de cannabis que incluye varios sustratos, como musgo de turba, fibra de coco y compost, como humus de lombriz o vermicompost.
El musgo de turba es un sustrato muy popular, ya que es muy absorbente y retiene bien el agua.
La fibra de coco es una alternativa ecológica al musgo de turba y se fabrica a partir de cáscaras de coco. Es muy poroso y retiene bien el agua, por lo que es un sustrato excelente para las plantas de cannabis.
El compost es una materia orgánica rica en nutrientes que se produce a partir de la descomposición de materiales orgánicos como restos de comida, residuos de jardín y otras materias vegetales. Los mejores compost para el cannabis suelen denominarse "oro negro" por su capacidad para mejorar la fertilidad del suelo y favorecer el crecimiento de las plantas.
Los excrementos de lombriz son ricos en nutrientes y proporcionan un fertilizante de liberación lenta para las plantas de cannabis y cuando se compostan se convierten en vermicompost.
Suelo vivo y nutrientes de liberación lenta
La tierra viva es una opción popular para los cultivadores de cannabis, ya que contiene microorganismos y bacterias beneficiosas que ayudan a descomponer la materia orgánica y liberar nutrientes para las plantas con el tiempo. Este tipo de suelo para cannabis es altamente sostenible y promueve el crecimiento saludable de las plantas. Suele contener fertilizantes orgánicos que los microbios descomponen con el tiempo. Ejemplos de estos nutrientes de liberación lenta son el guano de murciélago, el polvo de roca glacial y los humus de lombriz.
La tierra viva tiende a mejorar con el tiempo y es la opción más sostenible para cultivar cannabis. A menudo se considera la mejor tierra orgánica para el cannabis.
La tierra viva proporciona la mayor diversidad microbiana, que puede aumentar los terpenos y mejorar el sabor y el olor general de tu cannabis.
Los microorganismos también ayudan a defender las plantas de plagas y patógenos, lo que las hace más robustas y sanas.
Puede obtener más información sobre el cultivo en suelo vivo escuchando el podcast podcast Sun Grown.
¿Qué suelo para marihuana?
La mejor tierra para el cannabis tendrá una aireación y un drenaje adecuados, diversidad microbiana, proporciones equilibradas de nutrientes y una alta CIC. Lo mismo ocurre cuando se busca el mejor suelo para plantas de marihuana de interior y jardines de exterior.
El suelo debe permitir que el oxígeno circule alrededor de las raíces y, al mismo tiempo, retener suficiente humedad para que la planta prospere. Es esencial contar con una variedad de microorganismos y un perfil equilibrado de nutrientes. Y los suelos con una CEC elevada harán que los nutrientes sean más accesibles para la planta.
La mayoría de las mezclas para macetas comercializadas para el cannabis contienen estos requisitos esenciales, pero puedes hacer la tuya propia.
Elaborar la mejor mezcla para macetas de marihuana puede ser una alternativa divertida y asequible a la comprada en la tienda. Puede ser más barato que comprar bolsas y te permite añadir enmiendas específicas.
Esta receta básica de sustrato para cannabis se basa en el volumen:
- 1/3 de turba de Sphagnum y/o fibra de coco
- 1/3 Aireación (cáscaras de arroz*, piedra pómez, vermiculita, perlita)
- 1/3 Compost
- 5-10% volumen total Biochar**
- Enmiendas (harina de neem, polvo de roca glacial, fosfato de roca blanda, harina de crustáceos, harina de algas, etc.)
* La cáscara de arroz es la opción más sostenible para la aireación.
** El biochar aumenta su CEC y proporciona los hogares para los microbios para el potting/soil del cannabis.
Conclusión
Elegir la tierra óptima para el cultivo de marihuana es esencial para la salud de la planta y unos rendimientos excepcionales. Ya sea utilizando tierra para macetas comprada en la tienda o creando una mezcla de tierra viva, o cultivando en el suelo, los cultivadores de cannabis deben prestar mucha atención a la textura del suelo, el drenaje y el contenido de nutrientes. Con la tierra adecuada y los cuidados apropiados, las plantas de marihuana pueden prosperar y producir cogollos de gran calidad.