Los cannabinoides, compuestos químicos que se encuentran en la planta de cannabis, han ganado atención debido a sus potenciales beneficios terapéuticos y recreativos. Con más de cien cannabinoides identificados, cada uno con efectos distintos, el mundo del cannabis es rico y complejo. Estos compuestos son creados de forma natural por las plantas de cannabis e interactúan en el cerebro de los mamíferos, influyendo en diversos procesos. En este artículo, nos sumergimos en el viaje de las semillas altas en THC (tetrahidrocannabinol), explorando el fascinante mundo de los cannabinoides, cómo cambian en tu cerebro y el efecto séquito.

Los cannabinoides y el sistema endocannabinoide

Los cannabinoides son compuestos naturales que se encuentran en las plantas de cannabis, siendo el THC y el CBD (cannabidiol) los más reconocidos. Estos compuestos interactúan con la red cerebral de receptores endocannabinoides y enzimas de los mamíferos, regulando funciones como el estado de ánimo, la percepción del dolor y las respuestas inmunitarias. Este intrincado sistema desempeña un papel crucial en el mantenimiento de la homeostasis en el organismo.

Los cannabinoides, aunque se asocian sobre todo con el cannabis, no son exclusivos del reino vegetal. Estos compuestos se encuentran en diversos organismos, lo que refleja su papel en procesos biológicos más allá del cannabis. Algunas plantas no cannábicas, como la equinácea y la trufa negra, contienen cannabinoides o compuestos similares a los cannabinoides que interactúan con el sistema endocannabinoide en humanos y animales. 

Ciertos alimentos como el chocolate y la pimienta negra albergan compuestos que pueden interactuar con el sistema endocannabinoide. 

Más allá de las plantas, los cannabinoides también aparecen en lugares inesperados. La leche materna humana, por ejemplo, contiene endocannabinoides como la anandamida, que se cree que influyen en el desarrollo y el vínculo afectivo del bebé. Estos descubrimientos sugieren que los cannabinoides desempeñan un papel más amplio en los entresijos de la naturaleza, influyendo en la fisiología y las interacciones mucho más allá del ámbito familiar del cannabis.

CBG y conversión de cannabinoides

El cannabigerol (CBG) se conoce como el "cannabinoide madre" debido a su papel en la síntesis de otros cannabinoides. Mediante procesos enzimáticos, el CBG se convierte en compuestos como el THC, el CBD, el CBC (cannabicromeno) y el THC-V, un cannabinoide único que se encuentra en cepas como el Durban Poison. Esta conversión se produce durante el crecimiento y desarrollo de la planta, y es un paso fundamental para determinar el perfil cannabinoide final de una variedad.

La búsqueda del THC elevado

A lo largo de la historia del cultivo de cannabis, los niveles de THC han variado significativamente debido a una combinación de genética natural, cría selectiva y evolución de las técnicas de cultivo. En la antigüedad, las plantas de cannabis probablemente contenían niveles más bajos de THC que las variedades modernas con alto contenido de THC, ya que los primeros cultivos se centraban más en la producción de fibra y semillas que en los efectos psicoactivos. Sin embargo, a medida que el ser humano fue comprendiendo mejor las propiedades de la planta, se empezó a seleccionar intencionadamente un mayor contenido de THC.

Las últimas décadas han sido testigo de un notable aumento de los niveles de THC, impulsado por los avances científicos, los meticulosos programas de cría y el deseo de crear variedades con efectos específicos. El panorama actual del cannabis muestra un amplio espectro de niveles de THC, que van de suaves a extraordinariamente potentes, lo que pone de manifiesto la influencia constante de la intervención humana en la composición química de la planta.

Las variedades de cannabis con alto contenido en THC han captado la atención tanto de los consumidores recreativos como de los medicinales. El THC es responsable de los efectos psicoactivos de la planta y es uno de los cannabinoides más buscados. Criadores y cultivadores se han lanzado a la búsqueda de variedades con mayor contenido de THC, utilizando la cría selectiva y el método científico.

THC-A vs. THC y la creación del CBN

El THC existe en dos formas principales: THC-A (ácido tetrahidrocannabinólico) y THC. El THC-A es el precursor no psicoactivo del THC. Cuando se expone al calor, por ejemplo fumándolo o vaporizándolo, el THC-A se descarboxila y se transforma en el THC psicoactivo. Con el tiempo, el THC también puede oxidarse y convertirse en CBN (cannabinol), un cannabinoide conocido por sus suaves efectos sedantes.

El efecto séquito y los terpenos

El efecto séquito se refiere a la interacción complementaria entre los cannabinoides y otros compuestos presentes en la planta de cannabis, como los terpenos. Los terpenos son compuestos aromáticos responsables de los olores distintivos de las diferentes cepas. No sólo contribuyen al aroma de la planta, sino que también intervienen en la modificación de los efectos de los cannabinoides. Los niveles más altos de terpenos pueden mejorar la experiencia general del cannabis, haciendo que el subidón sea más potente y agradable.

Ciertos terpenos pueden tener efectos específicos sobre tu estado de ánimo, como la aromaterapia. Las variedades con alto contenido en linalol, como nuestra Blueberry Muffin, pueden tener un efecto calmante que ayuda a reducir la ansiedad y el estrés. Las variedades con alto contenido en Limoneno, como nuestra Sour Diesel , tienen un efecto energizante.  

Los distintos terpenos tienen efectos diferentes. Algunos son excelentes para el dolor crónico, mientras que otros pueden tener efectos estimulantes. Ten en cuenta tanto el perfil de terpenos como los niveles de THC a la hora de probar nuevas variedades. 

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